Una simple palabra.

Tal vez porque las palabras me expresan, porque las palabras son el espejo de mis sentimientos, porque puedo hacer con ellas un ramo, a veces perfumado de nostalgia, otras con la fragancia de la dicha... Necesito que me hablen, necesito que me escuchen, necesito que me digan que me extrañan, que me necesitan, que me entienden.. que me aman.
El silencio es como aquellas duras penitencias que me imponian en la niñez. El silencio me hace tener miedo, me acorrala en el ricón, sola y desamparada. El silencio me marchita, es una despedida de alguien a quien jamas volveremos a ver.
Yo creia que despues de haber vivido tantos sufrimientos y perdidas, de haber pasado tantas pruebas dificiles , se me habia formado un caparazòn, que nada ya podria herirme dolorosamente, que las multiples heridas habian formado una costra impenetrable en mi alma. Pero estaba equivocada. No existe nada que nos haga menos vulnerables. Estamos expuestos permanentemente. Por fuertes que parezcamos, por luchadores que seamos lo que un huracan no pudo destruir en nosotros, lo puede destruir y derrumbar una simple, pequeña y aparentemente inofensiva palabra. Y la costra se desprende para que volvamos a sangrar. Y... queda demostrado una vez mas que estamos en carne viva, que nada importa mas que la necesidad de Amar y ser amado.