Somos como nubes cargados de emociones.
Dejamos que el agua se nos acumule, giramos y giramos, cubriendo personas, dejándonos atravesar por el sol, el viento y ¿por qué no? algunos rayos.
Somos nubes y somos viento.
Somos nubes fuertes, grandes o pequeñas. Grises o blancas. Altas o bajas.
Hoy soy una nube blanca que se colmó de agua y se volvió gris.
Debo dejarme llover, para mañana volver a ser una nube blanca.
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