La desesperación de intentar y fallar se siente como correr sin parar, sabiendo que estas cansado, pero obligado a seguir. Como estirar tus brazos pero sin sentir ningún punto de equilibrio.
Uno camina sintiéndose juzgado ,sintiendo la carga de miles de ojos sobre su espalda. Llega un punto en el que se vive buscando como definir lo que uno siente. Uno vive rodeado de palabras, buscando una que se ajuste a cada momento. Y quizás , en algunas situaciones, las palabras no existen.
Como un papel en una hoguera, las palabras pueden extinguirse en vista de la magnitud de ciertas situaciones.
Menos palabras, más emoción
Menos ideas, más acción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.